sábado, 19 de mayo de 2012

Luna





¿Cuántas noches me senté junto al crepitar del fuego esperando verte sustituir al Sol?
¿Cuántas noches te he visto aparecer, te he disfrutado y te he visto perderte tras el horizonte antes del despuntar del día, dejándome para que pudiera soñarte?
¿Cuántas noches me apagaste los miedos y descubriste los fantasmas que me atormentaban, iluminándome?
¿Cuántas noches, perdido, guiaste mi camino, me apaciguaste los ánimos y me reconfortaste con tu sola presencia?
¿Cuántas noches sin reflejo tuve que recordarte y consolarme con saber que estabas ahí, que no me fallarías y volverías completando el ciclo?
¿Cuántas noches disfruté de la plenitud, sin poder asumir que pese a que veía el máximo, no era el todo que se escondía tras la cara oculta?
¿Cuántas noches creciente, llena, menguante o nueva, no sabía como te vería o como te entendería?
¿Cuántas noches me sentí dichoso de tener ojos para mirarte?

Aun pocas querida Luna, porque por muchas desgracias que me asolen, por muchos males que sufra, por muchas penurias que me esperen, tu seguirás estando ahí, cada noche, mostrada o escondida, pero siempre sintiendo que tu aura me cobija.

Cuantas noches....

                                                                                Yago Welles, 4/10/2007



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