A veces la causa es una ideología, otras una
religión. A veces es el prejuicio contra un color o una raza. Una promesa o
firma en papel. A veces la vergüenza. O el miedo. O el subir al siguiente
autobús. A veces no reír un chiste o reír un complejo. Una discusión o
malentendido. Una pantalla de cristal al final de un cable.
A veces son de piedra, granito, hormigón, otras de
tela, cartón o cristal. A veces se ven enormes y otras no sé sabe ni donde
están.
Son muros, paredes, o simples cortinas. Límites. Barreras
al fin y al cabo.
Barreras que intentan interponerse entre dos que
casi se tocan, que tratan de impedir el avance, separar caminos. Pero que son
sólo eso, barreras. Molestas, si, pero sólo barreras.
Se pueden levantar, romper, saltar. Ignorarlas al
fin y al cabo.
Sólo hay que querer. Juntos. Querer.
Yago
Welles, 5/10/2007
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